A través de los años el conflicto ha tenido diversas connotaciones, se asocio con violencia, destrucción, irracionalidad, etc., mas tarde, en los años 30-40 algunos estudios fueron realizados con la intención de erradicarlos, continuando el conflicto siendo visto desde una perspectiva de carácter negativa.
Posteriormente se trato de explicar el porque del surgimiento de los conflictos y algunos estudios relacionaron los rasgos individuales con los conflictos, originandose de esta manera instrumentos para identificar a personas conflictivas.
En la actualidad se considera al conflicto como una situación inevitable y no necesariamente negativa, de manera que se considera que el conflicto se pueda desarrollar de manera tal que sus efectos sean beneficiosos.
Para tener una mejor y mayor visión de las teorías acerca del conflicto, vamos a estudiar el trabajo de los investigadores Roberto Dominguez Bilbao y Silvia Garcia Dauder, pertenecientes al área de Psicología Social de la Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos, Introducción a la Teoría del Conflicto(www.fcjs.urjc.es/departamentos/areas/profesores/descarga/rqruuvz/introduccion), en el cual desarrollan una vision general de las definiciones de conflicto, hasta llegar a definiciones mas recientes, como la de Ever Van de Vliert, quien propone lo siguiente:
"Se dice que dos individuos, un individuo y un grupo o dos grupos están en conflicto en tanto que al menos una de las partes siente que está siendo obstruido o irritado por la otra" (Van de Vliert, 1998: 351).
Aspectos destacados de la definición de Van de Vliert:
La frustración es una experiencia subjetiva y no necesariamente tiene una base objetiva.
La naturaleza de la frustración puede ser cognitiva o afectiva, o ambas (sensación de bloqueo de objetivos, sentimientos de repulsión, hostilidad, miedo).
La frustración es achacada al otro individuo o grupo.
La magnitud o intensidad de la frustración puede variar: normalmente el conflicto escala o desescala.
La frustración no necesariamente va pareja con un conflicto de conducta particular con la otra parte. La
reacción a la frustración tanto como las reacciones secundarias a la primera reacción se comprenden bajo la
etiqueta de gestión del conflicto, independientemente de si las reacciones son de la parte frustrada u opositora.
El conflicto puede ser unilateral. El conflicto unilateral ocurre, en particular cuando solo una parte se siente
frustrado pero evita cualquier comunicación formal e informal sobre el asunto, o cuando solo una de las partes frustradas atribuye su frustración al otro. La existencia de conflictos unilaterales demanda una
conceptualización de la gestión del conflicto en términos de acción personal más que de interacción social
Asimismo, Dominguez Bilbao y Garcia Dauder, nos ofrecen varios tipos de clasificaciones de conflicto, a saber: por su contenido y por su naturaleza.
Para enfatizar el aspecto académico del trabajo, ambos investigadores nos dan a exponer una panorámica de las principales perspectivas teóricas sobre el conflicto, y adicionalmente nos indican los modos de afrontar el conflicto desde esas diferentes perspectivas.
El trabajo es bastante completo y el mismo nos permite estudiar diferentes enfoque que están relacionados con la gestión, o el manejo del conflicto hasta su posible solución, maximizando su potencial positivo, lo cual no deja de ser un asunto complejo por la diversidad de ámbitos implicados las organizaciones.
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