El Poder en las negociaciones
De acuerdo al Profesor Dacher Keltner y a sus colegas de la Universidad
de California en Berkeley, El Poder en las negociaciones afecta dos
reguladores primarios en el sistema neurológico del comportamiento humano: El
sistema de aproximación al comportamiento, y el sistema inhibidor del
comportamiento. Los negociadores con cuotas conocidas de Poder demuestran
comportamientos de aproximación como demostrar actitudes positivas, y búsquedas
de recompensas en sus ambientes de trabajo.
Al contrario, los individuos con poco o ningún poder tienden a
experimentar un gran sentimiento de inhibición, que se disparan por el temor de
enfrentarse a amenazas potenciales. Debido a esto, se han elaborado cuatro categorías
claves que caracterizan y diferencian a quienes tienen poder de los menos
poderosos. Estas diferencias pueden ser utilizadas como fortalezas y
debilidades en los procesos de negociaciones.
1. Quienes se sienten poderosos actúan y toman la delantera.
Ya sea que este poder sea generado por tener una “Mejor Alternativa a un
Acuerdo Negociado” (BATNA), un rol poderoso, o su propio sentido de confianza,
los negociadores que se perciben a sí mismos con mayor poder lideran las
negociaciones durante casi todo el proceso de negociación.
Al igual que Deborah Gruenfeld de la Universidad de Stanfordy, Adam D.
Galinsky y Joe C. Magee han encontrado que una cosa tan sencilla como recordar
una experiencia en la cual los negociadores se sintieron más poderosos, los
hace más factibles de decidirse a negociar los términos de una oferta que se recibe,
en vez de aceptar de una vez esa oferta de la manera en que fue elaborada y recibida.
Esta condición podría significar la obtención de mayores ganancias desde el
punto de vista financiero en el largo plazo.
Otras investigaciones también han demostrado que los negociadores con
mayor poder percibido, están más inclinados que los de menor poder, a realizar
la primera oferta. De hecho, en uno de estos estudios, se demuestra que tener
una solida BATNA causa que estos negociadores, quienes tienen mayor poder, sean
tres veces más inclinados a ofrecer la primera propuesta. Vale decir adicionalmente,
que efectuar la primera oferta produce como resultado una ventaja en el proceso,
ya que permite a quien la realiza efectuar una especie de anclaje alrededor de
la misma.
De igual modo, quienes se sienten con más poder, son también más
persistentes que los otros negociadores, y son menos tendentes a rendirse
cuando se enfrentan a obstáculos y a grandes diferencias; igualmente, los
negociadores que se sienten con mayor poder, son más dados a alcanzar objetivos
más agresivos. Mientras los negociadores con poder sientan que pueden obtener
algo más adicional, típicamente no abandonaran su empeño. Esta forma de
asertividad no solo produce beneficios para el negociador con poder, sino que,
adicionalmente, les facilita el proceso de negociación integrativa permitiéndole
descubrir beneficios mutuos que pueden dar origen a resultados bajo la premisa de
ganar-ganar para ambos lados.
2. Los Negociadores con Poder están protegidos
Ahora podemos observar en un ejemplo de un proceso de negociación
internacional de cómo tener poder puede protegerlo en una negociación. Ratko
Mladic, uno de los comandantes militares Serbios durante el conflicto en
Bosnia-Herzegovina, se hizo notorio por su estilo de negociación en el cual se
caracterizó por rabiosas erupciones y situaciones de explosivas diatribas
emocionales.
Esta estrategia aparentemente funcionó cuando Mladic, quien al final fue
acusado de cometer crímenes de Guerra, trataba con subordinados; pero, con negociadores
con mayor poder, incluyendo negociadores de otros países, estos se sentían sin ningún
tipo de incomodidad ni de intimidación ante tantas muestras constantes de rabia
por parte del acusado.
¿Por qué eso funcionó de esa manera?
El sentimiento de poder ofrece una armadura protectora contra el
comportamiento hostil de la contraparte; quienes se sienten poderosos no pueden
ser fácilmente manipulados.
El investigador Gerben Van Kleef de la Universidad de Amsterdam, encontró
que solo los negociadores que se sienten con bajo poder pueden ser
influenciados por las expresiones de rabia de sus contrapartes; estos
negociadores con poder solo hacían concesiones cuando no se expresaban
sentimientos de rabia. De igual modo, los negociadores que se sienten con poder
raramente toman en cuenta las emociones expresadas por el otro lado; los
negociadores con poder se identifican con sus intereses dentro del proceso de
la negociación y solo ofrecen las concesiones necesarias para poder lograr un
buen acuerdo.
¿Cómo se puede obtener esta ventaja?
Inmediatamente, justo antes de iniciar un proceso de negociación con
otra parte, que usted sabe se va a comportar de forma emocional y a va a
comenzar a demandar cosas sin sentido y sin razón, tómese el tiempo de recordar
una situación en la cual usted se sintió muy poderoso, o recuerde que su BATNA
es la mejor y la más fuerte de todas. Asegúrese de estar completamente en
control y de su sentido de confianza en sí mismo. Generar poder sicológicamente
lo puede inmunizar frente a las tácticas emocionales de su oponente.
3. Los Negociadores con Poder son más creativos a la hora de tomar
riesgos.
Una de las nociones más comunes que tenemos, es que el tener mayor poder
tiende a reducir las maneras de pensar. Esto podría ser cierto cuando alguien
mantiene y trata de sostener una misma posición por mucho tiempo, pero en el
caso de contextos dinámicos, como los escenarios en los procesos de negociación,
el tener un tipo de poder sicológico ayuda a las personas a identificar nuevas
formas de aproximación a la solución de problemas de manera de impedir que
estas solo se reduzcan a mantenerse entre los limites que trata de imponer la
contraparte a través de sus ofertas.
Una de las consecuencias de esta condición, es el hecho que el sentir
mayor poder da origen a sentimientos de optimismo y de mayor libertad a la hora
de tomar riesgos; de acuerdo a investigaciones llevadas a cabo por Cameron
Anderson. Cuando se le ofrece a las personas que poseen mayor poder la opción
de involucrarse en algún curso de acción más arriesgado, estas personas se
enfocan más en las potenciales ganancias que podría originar ese curso de
acción y menos en los peligros potenciales que esa acción supone, que lo que
normalmente harían los negociadores que poseen una sensación de bajo poder.
Esta tendencia posee a la vez, tanto efectos positivos, como efectos
negativos a la hora de negociar un acuerdo. Quienes se sienten con poder a
menudo revelan información riesgosa al contrario acerca de sus preferencias y
prioridades, un paso crucial en la formación de valor y en agrandar el tamaño
de la torta en el caso de las negociaciones integrativas.
Quienes se sienten con poder también se sentirán más inclinados a
involucrarse en estrategias de mayor riesgo, que podrían provocar acciones
retaliativas, este tipo de estrategias riesgosas, tales como hacer amenazas o
anunciar ultimátum podrían ocasionar efectos no deseados en el proceso de negociación.
El hecho de que el tener mayor poder también aumenta las posibilidades de “bluffear”,
esta situación podría originar que se incremente el clima de competencia de la
negociación, pudiendo causar este tipo de acciones la pérdida de oportunidades.
El engaño pudiese también ser atractivo para un negociador que se sienta
con más poder, al enfocarse más en las ganancias potenciales que en el riesgo
de ser descubierto.
4. Los negociadores con mucho Poder pierden la perspectiva
Una de las habilidades más cruciales que un negociador puede desarrollar
es la de “Apreciar la perspectiva”, esto quiere decir, tener la capacidad de
apreciar y entender el mundo desde la perspectiva o punto de vista de otras
personas.
Esta característica nos brinda la oportunidad de apreciar el punto negativo
más consistente que ofrece el hecho de poseer mucho poder a la hora de una negociación.
Los negociadores que se sienten poderosos a menudo fallan en tomar en cuenta la
perspectiva de la contraparte. El poder hace que las personas no tomen en
cuenta el punto de vista y las necesidades del otro, ni porqué existe el interés
de la otra parte.
El tener poder en una negociación siempre será mas efectivo a la hora de
negociar, si este poder esta aunado con la “apreciación de la perspectiva” del
otro lado. Cuando el negociador con mayor poder se toma el tiempo adecuado en
considerar el punto de vista de la contraparte, ellos pueden utilizar los
beneficios positivos de tener el poder, sin sucumbir a la tentación de tomar
riesgos excesivos. La lección final será la de construir y tener poder durante
las negociaciones, a la vez de poder apreciar adecuadamente la perspectiva
desde el punto de vista de la contraparte.