Con el inicio del siglo XX, el término
estrategia y otras muchas expresiones castrenses, comienzan a utilizarse en el
mundo de los negocios, salud, y sobre todo en la política, específicamente la
de la formulación de políticas publicas y políticas de empleo de los recursos de una nación. La causa de ello es la gran cantidad de militares de elevada
graduación que accedieron a la alta dirección y a los consejos de
administración de las empresas en los grandes países después de la II Guerra mundial, pero de igual en todas las esferas del ser
humano y donde la educación es la más clara manifestación de una sociedad. La
estrategia supone dar respuesta a tres cuestiones básicas: qué, cómo y cuándo;
en primer lugar, hay que responder a la cuestión del qué: ¿qué se pretende
conseguir?, ¿cuál es la meta que se persigue? En segundo lugar, se debe dar
respuesta al cómo: ¿cuáles serán los medios o acciones que permitirán alcanzar
la meta? Finalmente, se ha de contestar al cuándo: ¿en qué momento se llevarán
a cabo las acciones y el período que supondrá realizarlas? Estas tres preguntas
se formulan siempre que una persona va a adoptar una decisión o llevar a cabo
cualquier actividad. Sin embargo, no todas las decisiones pueden considerarse
estratégicas. El término estrategia, se emplea para un determinado tipo de
acciones o decisiones que tienen una importancia especial. Esta relevancia
deriva, en primer lugar, de los recursos
que se comprometen en la acción (dinero, tiempo, esfuerzo). En segundo lugar,
la estrategia supone una orientación a largo plazo y, en tercer lugar, se trata
de decisiones que son casi irreversibles. De una manera más formal, se puede
definir la estrategia de la siguiente manera: Una estrategia es el modelo o
plan que integra los principales objetivos, políticas y sucesión de acciones de
una organización en un todo coherente (Stoner, 2005). Una estrategia bien
formulada ayuda a ordenar y asignar los recursos de una organización, de una
forma singular y viable; de la definición anterior se puede extraer los
elementos básicos de toda estrategia: a) Las metas y objetivos que se
persiguen. b) Las políticas y acciones que se emprendan. c) La relación entre
objetivos y acciones debe estar presidida por la coherencia entre ellas. d) Los
recursos y capacidades de la organización, que determinan sus fortalezas frente
a sus competidores pero también sus debilidades. e) El entorno en el que se
ubica la organización. f) La competencia, es decir, otras organizaciones que
persiguen los mismos objetivos. La competencia surge cuando los recursos son
limitados y las organizaciones tienen objetivos incompatibles. Sin embargo, la
estrategia no es un plan preciso y detallado. Aunque el análisis es necesario,
la estrategia puede surgir de la intuición de una persona a ser impulsada por
razones no racionales. En resumen, el concepto de estrategia es objeto de
muchas definiciones lo que indica que no existe una definición universalmente
aceptada. Así, de acuerdo con diferentes autores, aparecen definiciones tales
como, “conjunto de relaciones entre el medio ambiente interno y externo de la
empresa” (Robbins, 2006); o, "un conjunto de objetivos y políticas para
lograr objetivos amplios" (Chiavenato, 2004). Por igual, se señala que la
estrategia es “la dialéctica de la empresa con su entorno (Ansoff, 2006)
", así como “la declaración de la forma en que los objetivos serán
alcanzados, subordinándose a los mismos y en la medida en que ayuden a
alcanzarse" (Stonner, 2004) o como manifiesta Koontz (2005), es “la mejor
forma de insertar la organización a su entorno".
Particularmente, me gusta una manera muy sencilla de definir estrategia, sin dejar de aclarar que la sencillez no se opone a los preceptos y terminología científica, sino que la hace mas entendible y clara para todos; esa definición de estrategia es la siguiente" La estrategia es la manera de utilizar apropiadamente los recursos disponibles con el objetivo de alcanzar un objetivo previamente determinado".
Svechin, un casi desconocido y olvidado General y pensador ruso, en su obra "Estrategia" publicada en 1924, fue quien manifesto la existencia del nivel "operacional" del arte militar, diferenciandolo del "nivel Táctico" y del "nivel Estratégico" previamente establecido por numerosos pensadores occidentales, la mayoría de ellos de gran popularidad en el mundo occidental, por ejemplo, Clausewitz. Esta distinción del nivel operacional tiene que ver cuando las acciones emprendidas se limitan a lograr objetivos específicos intermedios en concordancia con el objetivo final. Un ejemplo claro de esta situación es la planificación de las campañas de las operaciones "Escudo del desierto" y "Tormenta del desierto", llevadas a cabo por el General Norman Schwarzkopf, operaciones que marcaron una gran diferencia con el modo tradicional de la planificación estratégica en los países occidentales.
Todo lo anteriormente dicho es solo para enfatizar la necesidad de la existencia de alguna forma de conocimiento de estrategia en las personas que dirigen la acción política cuando se quieren lograr objetivos claramente definidos y que dependerán de una u otra manera de los procesos de negociación que se realizan. Si los lideres politicos desconocen las implicaciones de los conocimientos de la estrategia, se deben dejar asesorar por quienes si dominen a fondo estos conocimientos, y en todo caso, deberán tratar de adquirirlos. Si no es así, estarán condenados a sufrir las consecuencias de la ignorancia, o de la prepotencia, en algunas circunstancias, arrastrando con ello a todos quienes conforman los grupos de seguidores.